Metroid Dread es la nueva entrega de la saga Metroid que continúa la línea principal de los juegos iniciada en 1986, anunciado inicialmente en 2005 para la Nintendo DS, no sería hasta este año que finalmente estaría disponible para todos la conclusión de la historia protagonizada por Samus Aran y su lucha contra los Metroid. Además es el segundo título desarrollado por Mercury Steam, que ya antes había colaborado con Nintendo en el exitoso Samus Returns, y que aunque era un remake de Metroid Fusion, uno ya podía sentir las intenciones del estudio de ir un paso más allá en la franquicia y dejar su huella en la memoria de todos los jugadores.
Gracias a Nintendo Latinoamérica por el código para prensa.
Ahora nos encontramos frente a otro juego en 2D de Metroid, y aunque algunos puedan pensar que es un retroceso, sobre todo teniendo en cuenta que Nintendo nos tiene esperando el siguiente Metroid Prime desde el 2017, es desde el primer instante que nos queda claro porque las mecánicas “metroidvania” siguen vigentes 35 años después, y no por nada aquel juego de la NES fue él que dio nombre a todo un subgénero que hoy nos da títulos que contamos por cientos.
Y llegado a este punto en la saga, ¿A qué más podría enfrentarse nuestra aguerrida cazarrecompensas intergaláctica y que le resulte un verdadero desafío? Pues la historia no es lo suficientemente original como algunos habrían querido, sin embargo la excusa resulta más que efectiva y de alguna manera Metroid Dread se las arregla para que obviemos por qué nuevamente hemos perdido todas nuestras armas, sobre todo siendo este juego una secuela directa de Metroid Fusion. Sin dar muchos spoilers sobre la trama, nuevamente la federación encarga a Samus la misión de investigar un planeta arrasado por lo que parece ser un enemigo del pasado el cual podría responder a las más grandes dudas que la saga Metroid ha ido sembrando desde su inicio.
Para nadie es un secreto que el elemento más importante en un «metroidvania» es el escenario, y en Metroid Dread encontraremos un intrincado pero bellamente diseñado laberinto lleno de habitaciones y situaciones lo suficientemente atractivas y divertidas como para querer volver a pasar por el mismo sitio una y otra vez en búsqueda de nuevos caminos y arsenal. Una novedad en este aspecto y que además le da título a este análisis, son los enemigos EMMI, que cumplen en el juego la función del Xenomorfo en la cinta de Alien, o si buscan una referencia más gamer, el símil sería con Mr. X de Resident Evil 2. La diferencia es que el juego según vayas progresando y adquiriendo eventuales armas, te permitirá limpiar una determinada y ahora sí explorar a gusto disfrutando de los hermosos escenarios.
Pero sin duda la mayor novedad en este quinto juego 2D de la saga, tiene que ver en cómo se mueve Samus al momento del combate y explorar el escenario, nunca antes un Metroid se había sentido tan fluido desde el primer momento en que puedes controlar a la protagonista, esto puede ser polémico para algunos, pero era justo y necesario si es que la saga pretende introducir nuevos jugadores con miras al tan esperado Metroid Prime 4.
¿Entonces en qué consiste este nuevo agregado que ya habíamos podido experimentar en Samus Returns pero que ahora se ha pulido al máximo? Básicamente se trata que desde el inicio Samus ya cuenta con más de una opción para poder evitar el enfrentamiento o si eres más valiente, poder contraatacar y ganar recompensas que harán más llevadera la experiencia, hablamos de que podemos acertar un golpe y así empujar al enemigo, dándonos la posibilidad de dispararles un misil de manera precisa gracias al nuevo apuntado en todas las direcciones y que ahora se puede realizar hasta cuando el personaje está en movimiento, no hay duda que esto cambia totalmente la idea que muchos tienen de un Metroid, pero las animaciones se ven tan fluidas incluso en modo portátil, que querrás volverte un maestro del “parrying” solo para ver a Samus destruir épicamente hasta el más insignificante enemigo.
Si algo podemos criticar a Metroid Dread, a parte de lo expositivo que por momentos resultas algunas cinemáticas que buscan expandir el universo de Metroid, son justamente las nuevas mecánicas de contraataque ya descritas, sin duda los jugadores más veteranos habrían agradecido tener opciones que les permitan modificar los controles y reducir la “accesibilidad”. Dicho esto, el juego mismo permite afrontar la exploración y el combate de muchas maneras, y esto se debe a la gran cantidad de herramientas que Samus irá obteniendo según uno progrese en el perfecto entramado de narración y jugabilidad que el equipo de Mercury Steam han ensamblado magistralmente.
Conclusión
Metroid Dread es el perfeccionamiento de todo lo mostrado en Samus Returns y logra transmitir a la perfección esa sensación de claustrofobia que todo buen “metroidvania” debe tener, además de ser un muy efectivo juego terror que mezcla elementos del género “slasher” con ciencia ficción. Por todo esto, es que Dread se vuelve no solo uno de los mejores títulos del año para Nintendo Switch, sino también el perfecto cierre para una saga que nos ha dejado en vilo por quince años. Ahora la valla está muy alta para el próximo Metroid Prime, pero si el juego desarrollado por Retro Studios logra acercarse aunque sea un poco a la calidad de este, estaríamos ante otro gran juego de la saga Metroid.
Metroid Dread está disponible ahora mismo para todas las consolas de la familia Nintendo Switch.