(8/10) Altamente Recomendado
En la película de Alex Garland, Guerra Civil, nos adentramos en un Estados Unidos fracturado, una tierra devastada por el conflicto y la discordia, donde la división política ha llevado a una brutal segunda Guerra Civil. Garland, conocido por su habilidad para tejer historias intensas y visualmente impresionantes, nos presenta un panorama distópico que no solo refleja nuestras propias tensiones actuales, sino que las magnifica en una escala angustiosa.
La travesía comienza con Lee Miller, una fotógrafa de guerra interpretada magníficamente por Kirsten Dunst, quien personifica la desensibilización frente al caos y la violencia. Acompañada por su colega Joel y la joven aspirante a fotógrafa Jessie, se embarcan en un viaje hacia Washington D.C., a través de un paisaje desgarradoramente familiar pero distorsionado por la guerra. Es aquí donde Garland muestra su maestría, capturando la desolación y la ruina con una visión que se siente tanto visceral como alegórica.
La habilidad de Garland para crear tensión y angustia se revela en cada fotograma. No se trata solo de un escenario de guerra, sino de un espejo incómodo de nuestra propia realidad fracturada. Las imágenes de ciudades en ruinas, la implacable brutalidad de las facciones en conflicto y la lucha por mantener la humanidad en medio del caos nos confrontan con preguntas incómodas sobre la naturaleza de la sociedad y la política contemporánea.
El director nos sumerge en un ambiente opresivo, donde cada encuentro es una prueba de la fragilidad de la vida y la ética en tiempos turbulentos. La cinematografía de Rob Hardy nos envuelve en un mundo donde la desesperación y la supervivencia se entrelazan en cada esquina, mientras que la música, con sus tonos inquietantes, subraya la atmósfera ominosa que impregna la narrativa.
La elección de Garland de centrarse en periodistas de guerra como protagonistas ofrece una perspectiva única sobre el conflicto. Estos observadores imparciales se convierten en catalizadores de la narrativa, enfrentando no solo los peligros físicos, sino también los dilemas morales de su profesión en un mundo al borde del colapso. El elenco, encabezado por Dunst y respaldado por actuaciones sólidas como las de Cailee Spaeny y Wagner Moura, eleva la historia a nuevas alturas emocionales.
Sin embargo, lo que hace que Guerra Civil resuene más allá de su impactante presentación visual es su provocativa introspección sobre la apatía y la responsabilidad en tiempos de crisis. Garland no ofrece respuestas fáciles; en cambio, nos desafía a reflexionar sobre el costo humano de la neutralidad y la necesidad de confrontar las divisiones que amenazan con desgarrar nuestra sociedad.
En última instancia, Guerra Civil es más que una película sobre la guerra; es un recordatorio inquietante de los peligros de la complacencia y la indiferencia frente a la injusticia y la opresión. Con su estilo distintivo y su enfoque agudo, Alex Garland nos obliga a mirar de frente la oscura posibilidad de un futuro distópico que, aunque ficticio, resuena con las sombras de nuestro presente. En un mundo cada vez más dividido, esta película nos desafía a no ser meros espectadores, sino actores conscientes en la lucha por la humanidad y la comprensión.
CONCLUSIÓN
Siendo un grupo de fotógrafos los protagonistas, la película no descuida este aspecto y nos ofrece una clase magistral de cine de guerra moderna, perfecta en todos sus elementos técnicos e interpretativos. Lamentablemente, la falta de claridad en el posicionamiento por parte de Garland podría desanimar a aquellos que esperen un discurso más sólido que justifique lo que intenta advertirnos.
Guerra Civil (Civil War) estará disponible en todas las salas peruanas con funciones especiales en formato IMAX desde este jueves 18 de abril. Puedes ver el último tráiler a continuación.
