(7/10) Recomendado
En un paisaje cinematográfico donde el terror arácnido se ha inclinado hacia la comedia o el campamento, emerge Arácnidos (Infested) como un serio contendiente, abrazando el género con una seriedad refrescante y un vigor cinematográfico notable. Dirigida por Sébastien Vaniček en su debut tras las cámaras, esta película despliega un panorama aterrador y claustrofóbico dentro de un complejo de apartamentos francés, donde las arañas no son simplemente criaturas, sino portadoras de una alegoría social sutilmente tejida.
El relato sigue a Kaleb (interpretado por Théo Christine), un estafador de veintitantos con una fascinación por los reptiles y una amistad fracturada con Jordy (Finnegan Oldfield), su antiguo compañero en sueños de un zoológico de reptiles. La introducción de una araña exótica, bautizada cariñosamente como Rihanna, desata una serie de eventos desgarradores cuando la araña, agresiva y venenosa, escapa de su confinamiento y comienza a multiplicarse a un ritmo alarmante.
La fuerza de Infested radica no solo en su habilidad para mantener la tensión, sino también en su enfoque visual y narrativo. Vaniček y su equipo emplean efectos prácticos de arañas cuando es posible, lo que aporta una autenticidad palpable a la amenaza. Las arañas en pantalla no son simples efectos visuales; son entidades físicas que aportan una presencia realista y perturbadora a cada escena.
El complejo de apartamentos donde se desarrolla la historia se convierte en un microcosmos de tensiones sociales y humanas. Infested no solo explora el horror físico de las arañas, sino que también sugiere una metáfora más amplia sobre la marginación y la desatención que sufren los residentes de estos entornos. La respuesta indiferente de las autoridades, que sellan el edificio con los habitantes dentro, refleja un sistema que descarta a los marginados como «vermin».
La narrativa se ve reforzada por actuaciones convincentes que humanizan a los personajes, enfrentados no solo a la amenaza de las arañas, sino también a sus propias tensiones internas y relaciones fracturadas. La angustia y el pánico de los protagonistas se sienten auténticos, contribuyendo a la inmersión del espectador en este entorno opresivo.
La cinematografía de Alexandre Jamin es crucial para la atmósfera. Con tomas que enfocan la acción en primer plano, capturando la inminente amenaza de las arañas acechando en las sombras, la película logra una tensión visual que se acumula de manera efectiva hasta un clímax escalofriante.
A medida que la película avanza, las arañas se multiplican y crecen en tamaño, llevando el terror a nuevas alturas. Este aumento constante en la escala de la amenaza refleja no solo la evolución de la situación dentro del edificio, sino también la creciente desesperación de sus habitantes.
Si bien Infested no está exento de algunos tropos narrativos predecibles o una resolución final algo abrumada por múltiples agendas, en su núcleo sigue siendo una experiencia intensa y memorable. La película demuestra que el terror, cuando se aborda con seriedad y creatividad, puede ofrecer más que solo sustos superficiales.
CONCLUSIÓN
Arácnidos (Infested) se destaca como un logro en el género del terror arácnido, evitando las trampas de la comedia fácil para presentar una narrativa inquietante que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión. Vaniček ha creado una obra impactante que deja una marca duradera en el espectador, estableciendo un estándar elevado para futuras incursiones en el género del horror natural.
Arácnidos (Infested) llega a los cines el próximo 25 de abril. Puedes ver el tráiler a continuación.