(8/10) ALTAMENTE RECOMENDADO
Las segundas partes no siempre son sinónimo de mejora. A veces, simplemente son necesarias. Eso es lo que pasa con Capcom Fighting Collection 2, una entrega que no intenta superar a su antecesora en espectacularidad o en la selección obvia de juegos “populares”, sino que apuesta por otro camino: recuperar esos títulos que quedaron en las sombras, esos “lado B” del catálogo de Capcom que, por años, estuvieron en la categoría de joyas escondidas o placeres culpables. Y la verdad, se siente refrescante ver que finalmente alguien decidió soplarles el polvo y darles un lugar de respeto.
Gracias a Capcom Latinoamérica por el código para prensa usado en la realización de este análisis.
La colección incluye diez juegos, aunque uno podría decir que son ocho y dos repeticiones con variantes. Está Capcom vs. SNK (el primero y su secuela, incluyendo la versión EO), Plasma Sword, Power Stone y su secuela, Project Justice, Street Fighter Alpha 3 UPPER y el tristemente célebre Capcom Fighting Evolution. Es una mezcla dispareja, sin duda, pero eso no necesariamente juega en su contra. Al contrario, el valor de esta recopilación está justamente en esa selección poco predecible que sirve para contar otra historia de Capcom: una menos saturada de Hadoukens y más interesada en la variedad.
Y hablando de variedad, Power Stone y Power Stone 2 son los grandes triunfadores de esta edición. Estos dos títulos, nacidos en Dreamcast, siguen siendo una bocanada de aire fresco, incluso hoy. Su enfoque más libre, con combates en entornos tridimensionales y un sistema de pelea que se aleja del formato uno contra uno tradicional, sigue siendo encantador. El segundo título, con sus niveles dinámicos que se caen, explotan o mutan mientras peleamos, es un caos delicioso, especialmente a cuatro jugadores. El hecho de que estén ambos incluidos —como un paquete completo— dice mucho sobre el criterio de selección de esta colección: hay intención, no simple reciclaje.
En la otra esquina tenemos Plasma Sword, la secuela de Star Gladiator, que resulta un caso curioso. Es un juego que no mucha gente recuerda, y cuando lo hace, suele ser por su estética o sus personajes espaciales que parecen salidos de un cruce entre anime barato y cómic de los noventa. Sin embargo, al rejugarlo ahora, uno nota que hay algo más: una voluntad de experimentar. El sistema de «Campo de Plasma», los personajes tipo espejo y los finales alternativos son ideas que, aunque rudimentarias, muestran un Capcom dispuesto a probar cosas nuevas. No todo funciona, claro, pero al menos arriesga.
Uno de los platos fuertes es, sin duda, la dupla Capcom vs. SNK. Especialmente el segundo. Si bien el primero es simpático y marcó un hito histórico en el crossover de franquicias japonesas, es el segundo el que se lleva la gloria. CvS2 es robusto, con una plantilla enorme, estilos de pelea variados, y jefes secretos que exigen habilidad real para desbloquear. La inclusión de la versión EO —con comandos simplificados pensados originalmente para la GameCube— es interesante, aunque su implementación se siente más como una curiosidad que como una mejora genuina.
Lamentablemente, no todos los juegos incluidos se sienten igual de relevantes. Capcom Fighting Evolution, por ejemplo, es el eslabón más débil de la colección. Lo fue en su lanzamiento original, y lo sigue siendo ahora. Su idea era ambiciosa —juntar luchadores de diferentes franquicias y sistemas de combate—, pero su ejecución siempre se sintió apurada, desbalanceada y con un énfasis excesivo en Street Fighter, como si el equipo no supiera qué hacer con personajes menos conocidos. Su presencia aquí ocupa un espacio que podría haber sido mejor utilizado, por ejemplo, con el Rival Schools original o incluso Star Gladiator para acompañar a su secuela.
En el caso de Street Fighter Alpha 3 UPPER, su inclusión tiene un sabor agridulce. Es cierto que se trata de una versión muy cuidada y que, hasta ahora, no había sido lanzada fuera de Japón. Pero también es cierto que ya hemos tenido múltiples oportunidades de jugar Alpha 3 en distintas formas. Su presencia aquí se siente más como una obligación que como una celebración. Nadie duda de su calidad, pero no era necesario.
Ahora, si hay un título que sorprende por su madurez es Project Justice, secuela del recordado Rival Schools. Sus peleas en tríos, su estética de anime noventero y su modo historia —el único en la colección— lo hacen destacar de inmediato. Hay algo entrañable en la forma en que recompensa a quienes eligen personajes de la misma escuela, activando animaciones especiales y ataques sincronizados. Es un título con identidad propia, y tenerlo aquí es uno de los mayores aciertos de Capcom.
Más allá del contenido, Capcom Fighting Collection 2 brilla por sus extras. La galería es una joya: casi 700 piezas de arte, bocetos, flyers, diseños de gabinete… todo dispuesto con mimo y accesible para cualquier jugador curioso. La jukebox, por su parte, incluye tanto las bandas sonoras originales como versiones remezcladas (los famosos “Nostalgic Remix”), lo que añade otra capa de valor al paquete. La inclusión de material de CAP-JAMS —el equipo musical de Capcom— es especialmente bienvenida para los fans del audio de videojuegos.
En cuanto a calidad técnica, no hay muchas quejas. Las ROMs se ejecutan de forma sólida, y la posibilidad de elegir entre versiones americanas o japonesas ofrece flexibilidad. También se agradece que todos los juegos permitan reasignar botones y que los movimientos especiales puedan simplificarse, algo que democratiza el acceso para quienes no tienen pulgares entrenados para comandos complejos. Además, se han añadido misiones internas que incentivan la rejugabilidad, con objetivos variados para cada juego.
Eso sí, no todo es color de rosa. El sistema de guardado rápido es, francamente, torpe. Que solo se permita un archivo y que, encima, este nos devuelva al inicio del combate en lugar del punto exacto donde guardamos, es un retroceso respecto a otras colecciones. Especialmente frustrante si estabas en un jefe secreto que costó media hora desbloquear. Este tipo de decisiones afectan la experiencia de juegos más largos como CvS2 o Power Stone 2, donde la progresión tiene peso.
La experiencia online también es sólida, aunque limitada. El netcode de rollback funciona bien, y permite seleccionar en qué juegos quieres recibir desafíos. Pero el hecho de que todavía no haya juego cruzado entre plataformas se siente como una oportunidad perdida. En una era donde las comunidades de juegos de pelea no son masivas en todas las plataformas, mantenerlas separadas no tiene mucho sentido.
CONCLUSIÓN
A pesar de esas limitaciones, Capcom Fighting Collection 2 es un producto que se siente completo. Tiene identidad propia, una curaduría interesante y suficientes ajustes modernos como para no quedarse en la nostalgia vacía. Lo más valioso, sin embargo, es su intención: reivindicar títulos que, por mucho tiempo, parecían condenados al olvido. En vez de repetir los greatest hits de siempre, esta colección se detiene a explorar los rincones menos iluminados del legado de Capcom, y en ese proceso, consigue algo que pocas recopilaciones logran: redescubrir y revalorizar.
Capcom Fighting Collection 2 está disponible en PC a través de Steam, en PlayStation 4|5, Xbox One, Xbox Series X|S y todas las consolas de la familia Nintendo Switch. Puedes ver el tráiler de lanzamiento a continuación.