(9/10) ALTAMENTE RECOMENDADO
La Iglesia Católica, con su vasta historia y rituales complejos, siempre ha capturado la atención tanto de creyentes como de curiosos. Cónclave, dirigida por Edward Berger, presenta un intenso drama sobre el proceso de elección papal, destacando tanto su solemnidad como las intrigas que lo rodean. Adaptada de la novela de Robert Harris, la película combina elementos de thriller político, misterio y reflexión social, ofreciendo una mirada a los secretos del Vaticano.
Desde el inicio, Berger nos traslada a un Vaticano en duelo tras la muerte del Papa, un líder cuyas decisiones parecen haber dividido a la Iglesia. Este contexto inicial establece el tono de una historia cargada de tensión, donde el Cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) se convierte en el personaje central encargado de guiar el cónclave. El director logra capturar la riqueza histórica de los escenarios, desde la majestuosidad de los palacios hasta la atmósfera opresiva de las deliberaciones cardenalicias. Visualmente, Cónclave brilla al equilibrar la belleza arquitectónica con el peso de los conflictos internos.
La trama avanza a través de un elenco coral con interpretaciones destacadas de Stanley Tucci, John Lithgow, Lucian Msamati y Sergio Castellitto, quienes representan diferentes perspectivas dentro de la Iglesia: progresistas, moderados y conservadores. La interacción entre Fiennes y Tucci es especialmente intrigante, con una química que fluctúa entre la colaboración y la rivalidad. Isabella Rossellini, aunque aparece brevemente, deja una impresión imborrable con su imponente presencia en pantalla.
Uno de los mayores logros de la película es cómo captura la seriedad del proceso de elección sin perder de vista sus aspectos más humanos. El guion de Peter Straughan equilibra momentos de profunda reflexión con toques de humor que alivian la densidad de la narrativa. Sin embargo, este enfoque también lleva a que el tono de la película fluctúe, alternando entre el drama introspectivo y momentos más melodramáticos. Aunque esto puede desconcertar a algunos espectadores, añade un elemento de imprevisibilidad a la historia.
La música de Volker Bertelmann acompaña perfectamente los momentos clave, intensificando tanto la majestuosidad como el suspense. Aun así, hay ocasiones en que la banda sonora se siente demasiado presente, restando protagonismo a escenas que podrían haber brillado en silencio. A pesar de ello, la composición logra transmitir la dualidad de la Iglesia: una institución que evoca tanto admiración como cuestionamientos.
En el plano temático, Cónclave explora cuestiones profundas sobre el poder, la fe y la moralidad. Mientras el Cardenal Lawrence investiga a los principales candidatos, la película revela las tensiones entre los ideales y las realidades políticas. Este enfoque se ve enriquecido por revelaciones personales que humanizan a los personajes, mostrando que incluso quienes están en posiciones de poder enfrentan dilemas universales.
Sin embargo, la película toma algunos riesgos narrativos que no siempre resultan efectivos. Un giro en el tramo final introduce un tema provocador, pero su desarrollo limitado deja algunas cuestiones sin resolver. Este momento, que busca sorprender y generar reflexión, no alcanza todo su potencial, lo cual es desafortunado, ya que hasta ese punto la narrativa se había mantenido sólida y cautivadora.
A pesar de estos altibajos, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo medido y atención al detalle. Las deliberaciones dentro del cónclave están llenas de una tensión palpable, donde cada mirada y susurro adquieren un peso significativo. Berger demuestra un gran talento para convertir situaciones aparentemente simples en momentos de gran intensidad.
Además, Cónclave ofrece un comentario sutil pero relevante sobre el papel de la Iglesia en el mundo moderno. A través de sus personajes y conflictos, plantea preguntas sobre la necesidad de cambio frente a la resistencia a abandonar la tradición. Aunque estas cuestiones podrían haberse explorado con mayor profundidad, aportan una capa adicional a la narrativa, invitando al espectador a reflexionar más allá de lo evidente.
Cónclave no es una película perfecta, pero su ambición y ejecución la convierten en una experiencia cinematográfica memorable. Es un relato que invita a reflexionar sobre los mecanismos del poder y la fe, mientras entretiene con un drama lleno de intriga y emociones. Aunque su desenlace pueda dividir opiniones, deja una huella duradera.
En resumen, Edward Berger entrega una obra que, aunque imperfecta, se destaca por su valentía y creatividad. Cónclave recuerda que incluso las instituciones más respetadas están conformadas por seres humanos, con todas sus virtudes y defectos. En un mundo donde la confianza en las instituciones está en constante cuestionamiento, esta reflexión resulta especialmente oportuna.
La experiencia de Cónclave es como presenciar una obra de teatro donde los personajes, aunque arquetípicos, son profundamente humanos. Cada decisión dentro de las cámaras del cónclave resuena más allá de sus muros, recordándonos que el cine puede explorar aspectos complejos de la humanidad mientras nos transporta a mundos fascinantes.
En definitiva, Cónclave es una propuesta audaz que, a pesar de sus imperfecciones, logra destacar por su capacidad de abordar temas universales desde una perspectiva única. Es una invitación a pensar en las fuerzas que moldean nuestras instituciones y, por ende, nuestras vidas. Un esfuerzo digno de reconocimiento que reafirma a Edward Berger como un cineasta dispuesto a asumir riesgos en busca de historias significativas.
CONCLUSIÓN
Cónclave destaca por su impecable diseño de producción, que captura con detalle el esplendor y la solemnidad del Vaticano, mientras Ralph Fiennes lidera un elenco sobresaliente en un drama cargado de tensión. Aunque el giro final puede dividir opiniones, Edward Berger entrega una experiencia visual y emocional que invita a reflexionar sobre las complejidades del poder y la fe. ‘El suspense nunca había lucido tan divino.’
Cónclave llega a los cines peruanos el próximo jueves 30 de enero. Puedes ver el tráiler a continuación.