(7.5/10) Recomendado

En pocas palabras, El Shaddai: Ascension of the Metatron es una experiencia bastante inmersiva que nos lleva por lo más profundo de la mitología apócrifa lleno paisajes visualmente interesantes. La narrativa toma inspiración en el antiguo Libro de Enoc, un texto que ha fascinado a generaciones con su enfoque místico sobre los ángeles caídos y las batallas divinas. Esta reinterpretación en forma de videojuego nos permite descubrir todos estos conceptos, impulsado por la dirección artística de Ignition Tokyo, el juego fusiona una estética impresionante con mecánicas de juego eclécticas.

Gracias a Crim por el código para prensa usado en este análisis.

Desde el inicio, la experiencia visual de El Shaddai envuelve al jugador en un universo de contrastes y abstracciones. Las transiciones entre escenarios 2D y 3D resultan técnicamente ingeniosas incluso para esta generación. Además, el juego sabe transmitir una especial sensación de maravilla ante lo sobrenatural mientras integra todos estos elementos jugables con la trama. Los colores vibrantes, las sombras profundas y las estructuras indescifrables son más que elementos estéticos; son el hilo conductor de una narrativa que se desarrolla en lo abstracto.

La ahora legendaria banda sonora compuesta por Masato Kouda y Kento Hasegawa complementa magistralmente esta especie «mundo onírico jugable». Desde percusiones tribales que impulsan el ritmo de los combates hasta coros angelicales que evocan lo divino, cada nota parece ser un pilar que sostiene la atmósfera espiritual del juego. Esta simbiosis entre lo visual y lo auditivo impulsa el relato de Enoc, el protagonista que lucha contra ángeles caídos en un intento por evitar la catástrofe.

En términos de jugabilidad, El Shaddai se aventura en el terreno de los juegos de plataformas con una mezcla de combate. Las secciones 2D desafían al jugador con saltos precisos y desafíos narrativos, mientras que los enfrentamientos en 3D agregan una capa estratégica al introducir diferentes armas divinas y técnicas de combate. Robar armas a los enemigos no solo es táctico, sino que también añade un elemento de evolución durante el juego, ya que cada arma tiene su propio estilo y propósito.

El sistema de combate, aunque sólido, no está exento de desafíos. La mecánica de ataques y defensas requiere sincronización y reflexión por parte del jugador. La vulnerabilidad estratégica de Enoc después de ciertos movimientos agrega tensión a cada enfrentamiento, enfatizando la importancia de la precisión y la adaptación táctica.

Sin embargo, la belleza del viaje no está exenta de problemas técnicos. Las caídas de fotogramas y las limitaciones de rendimiento en la versión para Nintendo Switch pueden desviar la atención de la experiencia inmersiva. Aunque el estilo artístico ha envejecido bien, la ejecución técnica no siempre alcanza el estándar deseado, lo cual es una lástima considerando la calidad del diseño visual.

Al igual que en su época, El Shaddai: Ascension of the Metatron se siente como una rareza en el mundo de los videojuegos contemporáneos. Su enfoque único en la estética y la narrativa desafía las convenciones del género, presentando una experiencia que trasciende lo convencional. Aunque presenta algunos problemas prácticos, su valor radica en su valentía para explorar territorios inexplorados en la industria del videojuego moderno. Para aquellos dispuestos a sumergirse en lo misterioso y lo artístico, este título ofrece un viaje que cautiva y desafía en igual medida, recordando que los videojuegos pueden ser mucho más que simples entretenimientos.

CONCLUSIÓN

El Shaddai: Ascension of the Metatron HD está disponible ahora mismo en todas las consolas de la familia Nintendo Switch. Puedes ver el tráiler a continuación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí