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Guasón 2: folie a deux (Joker: Folie à Deux) | Análisis

(6.5/10) DECEPCIONANTE

Guasón 2: Folie à Deux o Joker: Folie à Deux, la esperada secuela del aclamado Joker de Todd Phillips, se enfrenta al monumental desafío de igualar el impacto de su predecesora, una película que no solo capturó la atención del público, sino que también dejó una marca indeleble en la cultura pop. Si bien el film de 2019 exploró la angustiosa y violenta transformación de Arthur Fleck en el icónico villano, esta secuela se adentra en un nuevo territorio: un musical oscuro que revela más sobre el personaje y su relación con Harley Quinn, interpretada por la carismática Lady Gaga. A través de esta combinación de géneros, Folie à Deux ofrece una experiencia tanto electrizante como frustrante.

La narrativa de Folie à Deux sigue a Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) en su confinamiento, donde enfrenta el juicio por sus crímenes, incluido el asesinato de cinco personas en un ataque viral por televisión. Atrapado en una institución psiquiátrica, el filme ahonda en su relación con Lee (Lady Gaga), quien pronto se convierte en Harley Quinn. Sin embargo, a diferencia de la primera entrega, que se caracterizaba por un enfoque psicológico intenso y un estudio de carácter íntimo, esta secuela se siente más como una exploración de su propia fantasía musical y romántica, un aspecto que provoca tanto admiración como decepción.

Los números musicales en Folie à Deux son quizás los momentos más vibrantes de la película, donde la energía de Gaga y Phoenix brilla intensamente. La decisión de enmarcar la historia dentro de un contexto musical añade una capa de surrealismo a la narrativa. Las escenas donde Arthur y Lee cantan y bailan, como el número en un programa de variedades al estilo de los años 60, no solo proporcionan alivio cómico, sino que también permiten una introspección sobre el estado emocional de Arthur. Sin embargo, esta vitalidad a menudo se siente como un respiro en medio de una narrativa que, en su totalidad, lucha por encontrar un enfoque coherente.

La relación entre Arthur y Lee se desarrolla en un contexto cargado de simbolismo y drama. Lee actúa como un catalizador para que Arthur explore su propia identidad y, al mismo tiempo, como un reflejo de su incapacidad para conectarse emocionalmente con el mundo que lo rodea. Gaga ofrece una actuación cautivadora que, aunque limitada en términos de presencia escénica, permite que su personaje evolucione de una admiradora a una pareja compleja. La ambigüedad de su relación, marcada por la obsesión y la conexión genuina, proporciona un matiz que enriquece el texto emocional del filme.

A medida que la película avanza, la salud mental de Arthur se convierte en el eje central. La representación de su lucha interna y su relación con su terapeuta (Catherine Keener) resuena en una sociedad que aún lucha con el estigma asociado a la salud mental. Aunque se presenta un enfoque interesante sobre el trauma y la fragmentación, la película no siempre logra el equilibrio entre el melodrama y la autenticidad, lo que puede generar una desconexión con el espectador.

En términos de dirección, Todd Phillips continúa jugando con la estética que definió Joker, incorporando una cinematografía sombría y textures sucias que evocan un sentimiento de desolación. Sin embargo, la inclusión de secuencias musicales introduce un cambio de ritmo que a veces choca con el tono más oscuro que se había establecido previamente. El diseño de producción, liderado por Mark Friedberg, logra capturar tanto la opresión de Arkham como el brillo de los números musicales, aunque el contraste entre ambos puede resultar abrupto.

Uno de los puntos débiles más evidentes de Folie à Deux es su falta de coherencia narrativa. Mientras que la primera entrega se basaba en la estructura sólida de dos películas de Scorsese, esta secuela parece basarse en una premisa que, aunque intrigante, carece de una narrativa que lo soporte. El espectador puede sentir que la historia se desvía a menudo, dejando elementos de la trama poco desarrollados o simplemente en el aire. Este aspecto puede generar frustración, especialmente considerando las altas expectativas establecidas por su predecesora.

Un tema recurrente en Folie à Deux es la vulnerabilidad de Arthur como villano. A lo largo del filme, se nos presenta a un hombre que, a pesar de sus atrocidades, busca la redención y la comprensión. Esta representación desafía las expectativas tradicionales de un villano de cómic y lo convierte en un personaje trágico. Sin embargo, esta exploración puede resultar contradictoria para los fans del género, quienes pueden no estar dispuestos a aceptar una versión más «humana» de un personaje tan icónico como el Joker.

Phoenix entrega una actuación que, aunque no iguala su sorprendente trabajo en la primera película, sigue siendo fascinante y perturbadora. Su capacidad para transmitir la desesperación y la risa incontrolable de Arthur es notable. Cada risa y cada mirada perdida revelan las complejidades de un personaje en crisis. Sin embargo, en el contexto de un musical, su habilidad para cantar y bailar añade otra capa de profundidad a su actuación, a menudo haciendo que el espectador reflexione sobre la línea entre la locura y la genialidad.

A pesar de sus debilidades, Folie à Deux está destinado a atraer a una gran audiencia, especialmente a los fanáticos del primer filme y a aquellos que buscan una nueva interpretación de un personaje tan icónico. La combinación de un enfoque musical con el oscuro trasfondo de la historia puede atraer a una nueva generación de espectadores, aunque también corre el riesgo de alienar a los puristas del universo de Batman que pueden no ver con buenos ojos la humanización del Joker.

En resumen, Joker: Folie à Deux es una secuela que, aunque electrizante en algunos momentos, se siente frustrante en su búsqueda de identidad. La actuación de Phoenix y la vibrante presencia de Gaga aportan una energía que ilumina la oscuridad del filme, pero la falta de coherencia narrativa y la ambigüedad tonal dejan al espectador con más preguntas que respuestas. Esta secuela, si bien busca explorar nuevas dimensiones del personaje, a veces tropieza en su camino, dejando al público preguntándose si realmente necesitamos una segunda oportunidad con el Joker o si la primera fue suficiente para cimentar su legado.

CONCLUSIÓN

Guasón 2: Folie à Deux llega a los cines peruanos el próximo jueves 3 de octubre o función de preestreno el miércoles 2 de octubre. Puedes ver el tráiler a continuación.

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