Este año Kirby cumple 30 años como franquicia, y que mejor manera de celebrarlo que con un nuevo título que a todas luces ha llegado para renovar una saga que para muchos jugadores siempre les había resultado esquiva, entonces ¿Tiene Kirby and the Forgotten Land lo necesario para convertirse en un juego para todos? Descúbrelo aquí.
Gracias a Nintendo Latinoamérica por el código para prensa.
Después de tres décadas, finalmente podemos manejar a Kirby en un entorno totalmente 3D, una evolución a nivel jugable que se siente completamente natural, y que lejos de arruinar la formula clásica, como ciertamente les ha pasado a otras sagas que se aventuraron a dejar el 2D, en Kirby and the Forgotten Land nos encontramos con una experiencia jugable que funciona correctamente de inicio a fin y desde HAL Laboratory han sabido manejar y explotar este cambio sumamente relevante para una franquicia tan querida como lo es Kirby, cuyos videojuegos, salvo por algunos spin-offs, se iban sintiendo repetidos.
Pero el escenario en tres dimensiones que ahora permite el libre movimiento de Kirby, no es el único cambio jugable que debuta en Kirby and the Forgotten Land, pues ahora tenemos la novedosa Transformosis, mecánica que permite absorber a ciertos objetos con el fin de aprovechar sus características y así superar parte de los niveles. Esta nueva habilidad cobra relevancia en segmentos bien delimitados en los que podremos conducir un auto, hasta usar un arco para planear, pero donde es realmente importante, es en algunos de los minijuegos que estás desperdigados por el mapa y que requieren una habilidad mayor para superar nuestros propios récords.
Sobre la historia de Kirby and the Forgotten Land, lamentablemente demora mucho en ser significativa y generar interés, pero es la excusa de recolectar a todos los Waddle Dee lo que realmente nos motiva a progresar en la historia, ya que este será el objetivo principal del juego más allá del combate o el plataformeo. La cantidad de coleccionables y objetivos adicionales puedes ser abrumadora en un inicio, pero poco a poco se convertirá en un vicio pasar más de una vez los niveles con el único objetivo de conseguir monedas para gastarlas en el área de los gachapón.
Pero el área gachapón es tan solo una pequeña parte de la ciudad de los Waddle Dee, la cual se irá poblando a medida que vayamos progresando en el juego y liberándolos de sus prisiones, así que no vale perder de vista los objetivos adicionales si queremos explotar al máximo las posibilidades de la ciudad y tener disponibles todas las actividades adicionales.
En cuanto al combate con los jefes, la dificultad no es tan significativa en gran parte de la aventura, pero se vuelve particularmente compleja cerca al final, por lo que será necesario desbloquear cada una de las habilidades copia de Kirby y poder usar las que se acomoden a nuestro estilo de juego, para esto debemos localizar los planos que desbloquean las mejoras especificas, sumando así otro objetivo extra.
De manera adicional a los secretos ocultos en los niveles, las tierra olvidadas conservan aún varias áreas secretas distribuidas a lo largo de todo el mapa, alentando así la investigación y la exploración. Y es que gracias al excelente diseño de escenarios, estas parecen estar tan «bien» ocultas, que el jugador llega a sentir una real sensación de descubrimiento. Hasta ahora me sorprende como es que por estar jugando con los limites del mapa, pude ingresar por un cañón el cual me llevó a un nuevo minijuego con el cual conseguí el cristal que me faltaba para potenciar una de mis habilidades de copia.
En cuanto a lo visual, la cámara fija da la posibilidad de diseñar escenarios mucho más detallados, ya que a diferencia de los juegos anteriores, ahora pasaremos más tiempo en cada escenario descubriendo los secretos que estos ocultan. Es por esto que la dirección de cámara resalta en muchos momentos, con planos cinematográficos nunca antes vistos en la franquicia. La combinación de colores, la iluminación, así como las sombras, todas juntas, generan una atmósfera única que sumado a la historia, nos dan la sensación de estar descubriendo unas verdaderas «tierras olvidadas».
Finalmente, el apartado técnico de Kirby and the Forgotten Land en cuanto a rendimiento y fotogramas por segundo, nos da «una de cal y una de arena», ya que tenemos enemigos en pantalla que al estar medianamente lejos de la cámara, estos reducen escandalosamente sus fotogramas por segundo para no afectar el rendimiento. Y sorprende que HAL Laboratory no haya podido optimizar correctamente este aspecto, sobretodo teniendo en cuenta que hay otros títulos de la misma Nintendo como el celebre Mario Odissey que son capaces de mostrar escenarios muchos más amplios a 60 FPS. Tengo la esperanza de que el equipo de desarrolladores puedan solucionar estos detalles técnicos, que sin ser un defecto significativo que pueda arruinar la experiencia en general, sin duda pone una mancha a un título que en mi opinión para lo que quiere ser y transmitir, logra rozar la perfección.
En conclusión, Kirby and the Forgotten Land es un excelente juego de plataformas con cámara fija que evidentemente toma inspiración de otras franquicias de la misma Nintendo, pero que gracias al carisma de su rosado y redondo protagonista las convierte en suyas de manera muy orgánica, generando así un flujo de jugabilidad que ya otros títulos similares quisieran tener. También hay que recalcar que la dificultad de Kirby and the Forgotten Land no se encuentra en sus entretenidos combates con jefes, ni en el pulido «plataformeo», si no en descubrir los secretos ocultos tras más secretos. Solo queda decir que Kirby and the Forgotten Land es la reinvención que la franquicia necesitaba y nos hace preguntar por qué recién en 2022 tenemos un título de Kirby totalmente en 3D.
Kirby and the Forgotten Land está disponible ahora mismo en todas las consolas de la familia Nintendo Switch.