(8.5/10) ALTAMENTE RECOMENDADO
Prince of Persia: The Lost Crown revitalizó la clásica franquicia de Ubisoft a principios de 2024, adoptando un enfoque de metroidvania que sorprendió gratamente tanto a los fanáticos de la saga como a los jugadores nuevos. Con su combinación de plataformas desafiantes, combates frenéticos y una narrativa atrapante, se posicionó como uno de los títulos más subestimados del año. Ahora, Ubisoft expande ese universo con Mask of Darkness, un DLC que lleva a Sargon a una dimensión más retorcida y mentalmente desgarradora. Esta expansión no solo añade nuevos retos y biomas, sino que profundiza en la historia de uno de los personajes más enigmáticos de la trama principal: Radjen.
Gracias a Ubisoft Latinoamerica por el código para prensa usado en este análisis
El enfoque de Mask of Darkness es la confrontación de Sargon con Radjen, una asesina inmortal cuya historia fue apenas explorada en el juego base. Este DLC, ambientado en el surrealista Palacio de la Mente, aprovecha este escenario de pesadilla para sumergir al jugador en un viaje alucinante a través de la psique de Radjen. Aquí, el diseño visual brilla, con entornos distorsionados y perturbadores que juegan con la percepción del jugador, creando una atmósfera opresiva que se siente fresca y peligrosa. La capacidad del equipo de desarrollo para integrar estos elementos visuales con el diseño de niveles es uno de los aspectos más destacados de la expansión, haciendo que cada rincón del Palacio de la Mente sea memorable y único.
Desde el primer momento, Mask of Darkness no tiene reparos en desafiar a los jugadores. Las primeras plataformas, que simulan batallas anteriores pero con una dificultad incrementada, dejan claro que el DLC está pensado para aquellos que ya dominan las mecánicas de The Lost Crown. La curva de dificultad, elevada desde el principio, obliga al jugador a afinar sus habilidades de salto, paradas y ataques con precisión milimétrica. Uno de los elementos más innovadores es el uso del Ojo Maligno, una entidad omnipresente que persigue a Sargon a través de ciertos escenarios, teletransportándolo de regreso al inicio si comete el error de hacer contacto visual. Esta mecánica añade una capa extra de tensión que hace de cada sección una prueba constante de reflejos y paciencia.
El combate, aunque escaso en comparación con el contenido base, sigue siendo una pieza clave en el desarrollo del DLC. Cada encuentro, especialmente contra los jefes, está diseñado para desafiar las habilidades aprendidas por el jugador durante la campaña principal, pero introduce también nuevos patrones que añaden variedad. El primer jefe es una versión retorcida de una batalla previa en The Lost Crown, pero con una dificultad incrementada, obligando al jugador a aprovechar al máximo las mecánicas defensivas como las paradas. Aquí es donde radica parte del atractivo del DLC: recompensar la experiencia del jugador con combates que ponen a prueba su dominio sin ser frustrantes, pero que al mismo tiempo no perdonan errores.
A nivel narrativo, Mask of Darkness hace un esfuerzo por expandir la historia de Radjen, ofreciendo matices sobre su trauma y su relación con los eventos en el Monte Qaf. Si bien The Lost Crown no era conocido por su narrativa, el DLC consigue aportar diálogos más profundos que dotan de humanidad a Radjen, algo que en el juego base apenas se vislumbraba. Su papel como antagonista se vuelve más comprensible, y la interacción con Sargon abre nuevas capas de significado sobre la dinámica de poder entre los Inmortales. Aunque la trama en sí no reinventa el género, los diálogos bien escritos y el desarrollo del personaje logran darle un peso emocional que enriquece la experiencia global del juego.
En términos de jugabilidad, Mask of Darkness respeta los pilares del género metroidvania. Al iniciar el DLC, los jugadores se encontrarán con que Sargon ha sido despojado de muchas de sus mejoras, lo que obliga a reconsiderar sus estrategias. Aunque puede parecer frustrante perder los amuletos y mejoras obtenidos en la campaña principal, la sensación de progresión vuelve rápidamente gracias a la recolección de nuevas pociones, habilidades y equipo dentro del Palacio de la Mente. Este tipo de reinicio forzado es un recurso común en expansiones de este tipo, y aquí funciona bien, ya que mantiene la sensación de progresión y descubrimiento sin volverse repetitivo.
Un aspecto que merece especial atención es el diseño de niveles, donde Mask of Darkness realmente brilla. Cada bioma dentro del Palacio de la Mente introduce nuevos tipos de plataformas y mecánicas, como plataformas que desaparecen o los ya mencionados obstáculos perseguidos por el Ojo Maligno. Estos desafíos, aunque duros, nunca se sienten injustos, sino que están perfectamente calibrados para que el jugador tenga esa sensación de gratificación al superarlos. Ubisoft ha logrado encontrar el equilibrio entre dificultad y satisfacción, lo que hace que incluso las secciones más difíciles sean adictivas.
En cuanto a la duración, Mask of Darkness ofrece entre 4 y 6 horas de contenido, dependiendo del nivel de habilidad del jugador. Para un DLC de tan solo cinco dólares, esta relación calidad-precio es inmejorable. Aunque algunos podrían argumentar que el contenido podría haber sido más extenso, la concentración de calidad en cada uno de sus biomas y combates lo convierte en una experiencia que se siente completa y bien diseñada. Cada hora invertida en el DLC se siente justificada por la atención al detalle y el placer de superar cada desafío.
En resumen, Mask of Darkness no solo añade más horas de contenido a The Lost Crown, sino que profundiza en sus mecánicas y expande su mundo de manera significativa. El DLC destaca por su dificultad elevada, sus entornos alucinantes y su capacidad para sorprender al jugador con nuevos desafíos. Aunque no introduce muchas mecánicas nuevas, todo lo que aporta está en consonancia con lo que hizo grande al juego base. Mask of Darkness es, en esencia, una extensión natural de The Lost Crown, pero con un giro oscuro y retorcido que lo hace sentir fresco y desafiante. Sin duda, es un DLC que cualquier fan del género debería jugar.
CONCLUSIÓN
Mask of Darkness es una expansión intensa y desafiante que lleva a Prince of Persia: The Lost Crown a nuevas alturas con su diseño de niveles inteligente, plataformas implacables y una historia más profunda sobre Radjen. Aunque su dificultad puede desalentar a los jugadores menos experimentados, aquellos que dominen sus mecánicas encontrarán una gratificante prueba de habilidad. Con visuales alucinantes y momentos memorables, Mask of Darkness demuestra que, incluso en la oscuridad, The Lost Crown sigue brillando. «Un reto sombrío que ilumina el futuro de la franquicia.»
Prince of Persia: The Lost Crown – Mask of Darkness DLC está disponible en PC a través de Ubisoft Connect, Epic Games Store y Steam, también en PlayStation 4|5, Xbox One y Xbox Series X|S. Puedes ver el tráiler de lanzamiento a continuación.
