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Resident Evil Village | Análisis (PC)

En 2017 Capcom sorprendió a todos con un Resident Evil que abandonaba la clásica cámara en tercera persona a cambio de una primera persona que si en un primer momento no convencía al público, al probarlo quedó demostrado que esta era la manera perfecta de transmitir el horror que debería hacernos sentir una experiencia como esta. Después de cuatro años, llega Resident Evil Village para seguir expandiendo la historia de Ethan Winters, aquel misterioso personaje cuyo rostro seguirá siendo un misterio.

Gracias a Capcom por el código de prensa.

Para nadie es un secreto que Resident Evil Village está inspirado en Resident Evil 4, con todo lo que eso conlleva, pero esa es tan solo la primera capa del juego (la que más no vendió Capcom con su marketing). Ya que al momento de explorar todo lo que este RE Village nos tiene para ofrecer, descubriremos segmentos del juego que nos harán recordar lo mejor de las anteriores entregas, inclusive de las menos queridas por los fanáticos.

En Resident Evil Village encontraremos una mezcla de tonos, que van desde el terror clásico, pasando por puzzles, hasta segmentos de gameplay llenos de acción donde nos gastaremos decenas y decenas de municiones (felizmente contamos con “El Duque”, personaje que cumple una función similar a la del “Mercader” de RE 4). Es justo esta combinación de jugabilidad la que ha ocasionado que el nivel de terror se vea mermado si lo comparamos con Resident Evil 7, pero no se confundan; el terror está allí, solo que lo encontraremos en determinados escenarios diseñados específicamente para hacernos sentir indefensos, mientras somos acechados por criaturas horribles que resultan muy atractivas visualmente.

En particular, todo lo que ocurre en “La Casa Benevento», es de lo más terrorífico que se ha podido experimentar en toda la saga. Aquí podremos sentir claramente el espíritu de Resident Evil 7, ya que gran parte de esta tarea la afrontaremos sin armamento y el diseño de la casa, aunque simple, es aterradora por la cantidad de detalles y objetos que tiene.

Otro de los escenarios en el que pasaremos gran parte del juego, es “La Mansión Dimitrescu”, sin duda el gran atractivo del juego. En esta parte que se encuentra al inicio del juego, jugaremos algo similar a lo visto en Resident Evil (1996) y Resident Evil 2 (1998), donde tendremos que resolver puzzles mientras somos acosados por las populares Bela, Cassandra y Daniela, hijas de Lady Dimitrescu. Estos cuatro personajes femeninos tendrán un comportamiento similar a Mr. X (RE 2), pero sin llegar a ser Nemesis (RE 3). El final de este importante segmento del juego podría haber sido más satisfactorio, si no se hubiera rendido a la acción pura y dura, pero en general hace un gran trabajo como presentación de lo que vendrá después.

Los otros dos grandes escenarios que completan el mapa de Resident Evil Village, son “El Reservorio de Moreau” y “La Fábrica de Heisenberg”. En el primero nos encontraremos con una jugabilidad que pondrá a prueba nuestra velocidad y capacidad de disparo, con algún que otro puzzle sencillo; mientras que en la fábrica tendremos la sensación de estar jugando Half-Life (1998). Finalmente ambos segmentos acaban con un enfrentamiento a gran escala contra un enemigo que a todas luces excede la capacidad de un simple humano, o eso es lo que creemos.

Pero más allá de que la acción haya superado (sin opacar) al terror claustrofóbico de la anterior entrega, no encontraremos mayores defectos en una jugabilidad extremadamente pulida. Mención especial merecen las manos de Ethan Winters, ya que al no ser este un juego en “tercera persona”, serán ellas quienes se encarguen todo el horror “gore” que tiene preparado Resident Evil Village para nuestro protagonista, y no exagero al decir que le pasará de “todo” a esas manos.

Sin ánimos de “spoilear” la trama de Resident Evil Village, debemos entender que esta es una secuela directa de Resident Evil 7 (2017), por lo que algunos jugadores primerizos podrían sentirse abrumados por la cantidad de información, aún cuando el juego pone a disposición una recapitulación del juego anterior. Ahora comprendemos mejor la decisión que ha tomado Capcom al retirar el título “Resident Evil 8”, y una vez terminada esta historia, no podría estar más emocionados por la secuela, misma que promete cerrar todos los arcos iniciados hace 4 años.

Algunos detalles más antes de finalizar esta reseña. Tal y como mencioné párrafos más arriba, el juego por partes se rinde totalmente a la acción y esquivar a los enemigos no será una opción viable, ya que estos al “desintegrarse” dejarán arrojados elementos intercambiables por dinero, mismo que podremos negociar por mejoras y armamentos con “El Duque”. Tampoco debemos dejar de observar el entorno, pues más de una sorpresa en forma de coleccionable encontraremos.

Conclusión

Resident Evil Village cumple el objetivo de mantener vigente a una saga que este año celebra su aniversario número 25. Un juego que mezcla elementos de sus entregas anteriores sin sentirse repetido en ningún momento y en definitiva una de las más gratas experiencias jugables de este año. Gracias Capcom, y que el terror dure 25 años más.

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