(6/10) Decepcionante
Super Crazy Rhythm Castle es uno de estos títulos cuya premisa parece perfecta y fácil de ejecutar, fusionando las caóticas pero divertidas mecánicas de Overcooked con la cooperación caótica por igual de Moving Out, pero que como descubriremos en este análisis, a veces lo sencillo resulta siendo más complejo de lograr. Aún así los elementos de ritmo musical y rompecabezas, junto con su estilo artístico, ofrecen una experiencia única, siendo este título el primer intendo de Konami en mucho tiempo de crear una nueva propiedad intelectual, en colaboración con el equipo de Second Impact Games.
Gracias a Konami por el código para prensa usado en este análisis.
Para empezar, debemos saber que Super Crazy Rhythm Castle brinda la opción de un solo jugador y un sistema multijugador local para hasta cuatro jugadores en modo cooperativo. También podemos elegir entre cuatro personajes a modo de avatares, siendo la elección más evidente el carísmatico y adorable B. Box. La misión o campaña, en esencia, ya sea que juegues solo o con amigos, consiste en ascender al castillo para destronar al rey Fernando. En ese sentido, la trama, aunque algo ambigua, no es importante, pues el juego es basicamente una seguidilla de minijuegos de ritmo. Los personajes se expresan mediante sonidos y tu avatar se desliza por el mapa con personalidad y carisma, mientras que el guion, simple pero carismático, lleva la experiencia de inicio a fin de manera satisfactoria tal y como era en los títulos de 16 bits. Es por eso, que aunque la estética y la dirección están claramente dirigidas a un público más joven, los aficionados a los juegos de los años 90 también encontrarán elementos más que atractivos en esta propuesta.
En el aspecto no tan positivo, aunque admito que es más personal, el constante uso de gruñidos y sonidos agudos en Super Crazy Rhythm Castle me ha resultado abrumador, y por momentos incómodo. Esta peculiaridad, aunque puede ser considerada absurda, contribuye al encanto y atractivo del juego. Su audiencia principal, los niños, seguramente encontrarán esto divertido, pero para el adulto que los guía en el juego, podría llegar a ser tan exasperante que desearía figurativamente arrancarse los oídos. En cuanto a la misión de derribar el castillo y proclamarse como el maestro del ritmo supremo, se logra completando tareas aleatorias mientras disfrutas de la música que acompaña el juego. Este enfoque lúdico y musical es la clave para conquistar el título de mejor maestro del ritmo en el juego.
Como mencionaba al inicio, Super Crazy Rhythm Castle adopta las mecánicas de Moving Out al calificar cada nivel con hasta 3 estrellas, siendo un rendimiento más alto representado por más estrellas. La parte central de cada nivel se centra en el juego de ritmo, donde debes sincronizar las entradas de botones con los compases de diversas melodías. Este aspecto del juego funciona bastante bien, destacando la precisión y puntualidad de la ventana de entrada. El juego ofrece la opción de alternar entre dificultades, siendo la primera gestionada con L1, Y y R1, mientras que la segunda requiere pasos extras, aumentando progresivamente el desafío. Si eres aficionado a este tipo de juegos, la dificultad máxima puede resultar un verdadero desafío, y gracias a su excelente curva de dificultas, Super Crazy Rhythm Castle ofrece una experiencia desafiante para los jugadores más habilidosos.
Mencionado la anterior Super Crazy Rhythm Castle, aunque la curva de dificultad en general funciona bien, si se analizar por segementos, esta si presenta una notoria falta de equilibrio, con niveles que van desde una ridicula facilidad hasta una que puede resultar frustrante. En ese sentido, la dificultad no sigue una progresión lógica y gradual, sino que se presenta de manera aleatoria, con niveles que no explican adecuadamente las expectativas, llevando a ensayos y errores frustrantes, o con requisitos que resultan excesivamente exigentes. La situación se agrava cuando las canciones, en ocasiones extrañas o simplemente molestas después de repetidas audiciones, contribuyen a la frustración de fallar y tener que soportarlas nuevamente al intentarlo de nuevo. Sin embargo, cuando la música y el estilo de ritmo toman el protagonismo, Super Crazy Rhythm Castle ofrece una experiencia muy divertida.
Super Crazy Rhythm Castle destaca por sus ingeniosos trucos que diferencian su jugabilidad de otros títulos similares. Las pistas en las que tocarás tus notas presentan una variedad de movimientos, desde giros y bloqueos hasta torsiones y vueltas, incluso llegando a estar boca abajo, lo que añade un elemento de desconcierto. La para más «crazy» del título parece referirse a lo que ocurre alrededor de la pista de música, con la mayoría de los niveles involucrando rompecabezas. En uno, tocarás para potenciar conductos que lanzan tipos de comida para alimentar a una máquina, mientras que en otro, potenciarás cubos que destruyen objetos del entorno para alcanzar la salida dentro de un límite de tiempo. Estos elementos contribuyen a la singularidad y diversidad de la experiencia de juego en Super Crazy Rhythm Castle.
En Super Crazy Rhythm Castle, la mayoría de los niveles presentan interrupciones de enemigos que te aturden, temporizadores para varios objetos o barreras que complican el avance. La dinámica del juego implica alternar entre tocar y correr para resolver el rompecabezas o completar el objetivo, y si te quedas sin canción, la única opción es reiniciar. El esfuerzo por mantener la experiencia fresca, comparándola con una nueva y moderna canción indie, se destaca, aunque algunos niveles resultan divertidos al gestionar a tu leal perro asistente mientras enfrentas jefes en pesadillas, otros se convierten en frustrantes guerras de desgaste con soluciones tan claras como un vaso dejado en el barro durante el invierno, poniendo a prueba la paciencia hasta el punto de considerar abandonar el juego.
A pesar de las dificultades y molestias en ciertas secciones, perseveré en Super Crazy Rhythm Castle, encontrando una experiencia encantadora y en gran medida divertida. El proceso de recolección de estrellas y progresión desbloquea nuevas habilidades, como un sprint, un spray tóxico de gaita y un arma de hielo, mientras que la recopilación de objetos incluye descripciones humorísticas que añaden un encanto adicional al juego. Afortunadamente, también se desbloquea una sala telefónica que permite tocar cada canción sin interrupciones de otros elementos de juego. Completar estas canciones otorga hasta 4 fichas, según la puntuación, desbloqueando más pistas de bonificación de otros títulos de juegos, ofreciendo un sistema de recompensas divertido para una parte del juego que ya resulta intrínsecamente satisfactoria.
Pude jugar Super Crazy Rhythm Castle en modo individual la mayoría del tiempo, una elección que creo que amplificó algunas de mis críticas. Estas frustraciones, con otros jugadores seguramente se transformarían en momentos divertidos y caóticos. El juego incluso presenta minijuegos en modo versus que añaden otra capa de diversión potencial. Aplaudo el esfuerzo por mezclar los sistemas centrales, y al simplificarlo a su núcleo fundamental, el juego se benefició, similar a escuchar la versión original y cruda de una canción despojada de autoajuste y sobreproducción. El proceso de obtener 3 estrellas en cada nivel, descubrir cada objeto y recolectar cada ficha demandará tiempo, haciendo de esta compra una inversión sólida para aquellos que buscan un desafío a largo plazo. Además, la conquista de la sección del jefe final requiere obtener cada estrella, proporcionando un incentivo adicional para los completacionistas.
Aunque encuentro muchas cosas positivas, desde la banda sonora a veces incómoda pero siempre pegajosa hasta la diversidad de formas de jugar, como jugador en solitario, noté defectos en el diseño y una ambiciosa intentona de ofrecer tanta variedad, lo cual podría mermar el valor del juego. A pesar de no alcanzar la calidad de títulos contemporáneos como Overcooked y Moving Out, Super Crazy Rhythm Castle es un juego de ritmo entretenido que brindará diversión tanto a amigos como a familias.
CONCLUSIÓN
Super Crazy Rhythm Castle es una mezcla de cosas divertidas y otras que no han resultado tan buenas en su ejecución. Las primeras son esencialmente su jugabilidad rítmica y estilo caricaturesco. Mientras que las segundas se reflejan en su curva de dificultad desordenada y mecánicas de rompecabezas obstrusivas. La música es la combinación perfecta de divertida de manera infantil pero molesta en igual medida, dejando una lista de pistas que tendrá momentos altos y bajos para toda la familia, pero en su mayoría te hará sonreír.
Super Crazy Rhythm Castle estará disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4|5, Xbox One, Xbox Series X|S y en PC a través de Steam, a partir del 14 de noviembre. Puedes ver el tráiler anuncio a continuación.
